Rabbits muestra una visión oblícua plena de ironía de la vida a través de unos seres antropomórficos, a los que denomino Rabbits, los cuales nos enfrentan con nuestros propios miedos, pasiones e instintos más básicos. En cada cuadro se crea un enigma, lo que está, pero no vemos.
RABBITS. COMENTARIO DE UNA SERIE
Es el mes de octubre de 1 995 mi amigo Ricardo y yo caminamos por la calle, una de esas calles del barrio madrileño de Salamanca. En aquellos días yo exponía mis cuadros en una galería de la calle Maldonado, la exposición titulada “La esperanza matemática” no fue muy bien acogida al principio, aunque con el tiempo ha tenido una mayor aceptación.
Ricardo como buen fotógrafo llevada colgada al hombro su cámara réflex, habíamos hecho algunas fotografías en la galería con motivo de la exposición. De repente se paró y me dijo: “Quiero hacerte una fotografía, aquí en la calle, pero si no te importa me gustaría que cambiásemos nuestros abrigos. Verás cómo te sorprende el efecto, pareceremos otras personas. ” Intercambiamos las prendas y efectivamente su imagen había cambiado, y la mía, una vez hechas las copias fotográficas, desveló un nuevo personaje.
Esta pequeña historia viene a demostrar que los cambios en nuestra imagen sirven para renovar esta y crear sensaciones diferentes que nos sacan del tedio y la monotonía.
La nueva serie en la que estoy inmerso en este año 2 011 tiene algo que ver con esos cambios. Los personajes que he creado parten de la animalidad con grandes connotaciones antropomórficas. Mi interés, aparte de una evidente ironía, se centra en las pasiones humanas, en las relaciones entre los habitantes de este pequeño planeta perdido en la inmensidad indiferente. Las cuestiones que nos atañen a la especie humana, una más de las que habitan la tierra, siempre han llamado mi atención y admiración, tanto para bien como para mal, o incluso para peor. Al margen de que otras personas nos cuenten el mundo al final siempre es uno mismo el que lo va descubriendo de una manera más veraz, profunda y auténtica.
La tecnología y los avances me sorprenden y me interesan especialmente, creo que en la mayoría de los casos sirven para que este invento llamado vida en el que todos nos encontramos sea un poco mejor. Con el tiempo las imágenes cambian, los decorados son otros, y la forma de comunicarnos va adquiriendo matices diferentes hasta resultar otra. Sin embargo los sentimientos humanos y nuestras pasiones se mantienen inalterables. Pulsiones que hacen de la especie humana la única impredecible. Aquí está el origen de mi admiración y perplejidad. El amor, el odio, la mezquindad, el dolor, la alegría, la estupidez, etc. son el leitmotiv de esta serie con la cual no intento explicarme nada, ni tampoco lo pérsigo. Solo pretendo crear emociones, esas que yo mismo siento en determinadas circunstancias y que me ayudan a dar sentido a mi pintura, que es en realidad mi único interés.
Me encanta la vida es increíble, está repleta de sensaciones, de matices y de una gran estupidez.
Jaime Sánchez Alonso